La mentira, una perversión moral
He dedicado una parte importante de mi vida a la tarea pública, en múltiples responsabilidades a lo largo de 35 años. He podido equivocarme muchas veces en la toma de decisiones, humano es, pero jamás perdí el tiempo dedicándolo a urdir patrañas y mentiras sobre los adversarios como medio de lucha política. Siempre he creído…