He dedicado una parte importante de mi vida a la tarea pública, en múltiples responsabilidades a lo largo de 35 años. He podido equivocarme muchas veces en la toma de decisiones, humano es, pero jamás perdí el tiempo dedicándolo a urdir patrañas y mentiras sobre los adversarios como medio de lucha política. Siempre he creído que la vida pública debía tener un nítido perfil de nobleza y estar alejada de esas miserias. Nadie, salvo algún sujeto cobarde dedicado a la injuria refugiado en el anonimato, se ha atrevido a señalar alguna irregularidad en mis distintas responsabilidades públicas. Las he desempeñado en Alcalá como alcalde, en la provincia de Jaén como presidente de la Diputación y delegado del Gobierno, en Andalucía como consejero de Fomento y en la capital del Estado como diputado y senador, en la quinta y décima legislatura.
Sin embargo, ha tenido que ser en Alcalá, el pueblo en el que nací, donde un personaje indigno de ser alcalde, a mi juicio, dedicado a la injuria y la calumnia, atribuya falazmente a mis supuestos intereses personales algunas decisiones en mi etapa como consejero de Fomento del Gobierno de Andalucía. Veamos: Dice el Sr Peñalver, a través de las redes sociales lo siguiente:”…un alcalaíno en la Consejería de Fomento que podría haber hecho algo más que construirse una rotonda”.
Sin perjuicio de ver la conveniencia de presentar la correspondiente denuncia por calumnias por atribuir un delito falsamente, cuestión que estoy meditando, lo más relevante desde la perspectiva de la higiene democrática es cómo una persona pública se dedica a mentir de manera tan descarada, pretendiendo además que quede impune la mentira y sacar rédito político de semejante vileza.
Aunque en su acusación infundada (como demostraré más adelante) para camuflar su mentira no da más pistas, suponemos que está hablando del tramo que va del denominado Portichuelo al enlace con la Fuente del Rey. ¿Qué razones llevaron a tomar la decisión de construir en una distancia de un kilómetro dos glorietas en la carretera A-403 R1?
Por supuesto la decisión está justificada técnicamente, como a continuación explico, además, la respalda la realidad de una considerable reducción de la siniestralidad en esa vía e incremento de la seguridad como puede comprobar si tiene interés preguntando a los cientos de usuarios que a diario usan esos accesos, y desgraciadamente también a los familiares de las personas que sufrieron accidentes.
En el informe de accidentabilidad que justifica la redacción del proyecto y su posterior ejecución se contiene el siguiente párrafo: “el índice de peligrosidad en la red transeuropea de titularidad autonómica para el año 2013 es de 9,6. Para el tramo objeto del presente informe se obtienen resultados de IP 25,13 de media en los últimos 5 años. Si analizamos el año de mayor concentración de accidentes, el 2016, aún con el año sin terminar, el valor del índice de peligrosidad se dispara siendo IP 71,77 (…) La solución adoptada se establece como la mejora para la regulación del tráfico, la reordenación de los accesos existentes entre el P.K 1 y el 2 de la actual carretera, evitándose así los giros a izquierda en todo el tramo.
La construcción de las dos glorietas permitirá eliminar la mayoría de los accesos directos a la carretera y todos los giros a la izquierda en los accesos existentes”.
La traducción en vidas y salud de lo que contiene el párrafo anterior había sido, lamentablemente, de un muerto, tres heridos graves y cuatro heridos leves. Los datos que aporta la Dirección General de Tráfico para ese mismo tramo tras la construcción de las dos glorietas, desde septiembre del 2018 a diciembre de 2022, son de un solo accidente en el que se ven involucradas dos personas, ninguna de las cuales necesitó hospitalización. Como diría el inefable M. Rajoy: “fin de la cita”.
Hay un viejo refrán que dice que no ofende quien quiere sino quien puede. El que ahora ha pretendido difamarme, no tiene talla moral ni política para hacerlo. Esta respuesta no la hago, por tanto, en términos de defensa personal sino como ciudadano en ejercicio, para no convalidar con el silencio comportamientos inicuos como los que exhibe el Sr Peñalver, que hoy tiene responsabilidades públicas. No se puede avanzar en una sociedad decente sobre la podredumbre de la manipulación y la mentira a la que tan aficionado es este señor. NO TODO VALE en lo que debe ser una limpia competencia en la vida democrática.
Juzgue el ciudadano, si una persona con esa talla moral merece ser depositario de la confianza para dirigir los asuntos públicos que a todos nos conciernen.